Cerati en Venezuela : Los Videos



















"La luz no deja de pulsar" Por Daniel Novoa Fotos: Annette Barriola



Todas las visitas de Gustavo Cerati a Venezuela han tenido algo que las hace únicas, distintas a sus fechas habituales en otros lugares. Ya sea porque nos regala La Ciudad de la Furia, porque cambia una cítara por una percusión africana, porque toca con toda su banda en una discoteca para 300 personas, porque habla e interactúa como en ninguna otra ciudad o porque exagera en la cantidad de chistes malos que echa entre canción y canción.


Es un ritual que cada vez que viene, se pasa uno o dos días en Morrocoy o Los Roques, que suba al Ávila o que rumbee en el local del momento, sea The Flower, La Belle Epoque o el Moulin Rouge.


Muchos tienen anécdotas de cuando rumbearon con Cerati en un antro en chacaíto... de cuando compartieron tragos en The Flower, de habérselo encontrado en Morrocoy de incógnito en alguna fecha al azar del año, sin coincidir con ninguna visita oficial al país. Otros, más afortunados tienen historias más divertidas: “Él tocó en mi casa”, diría el presidente de una conocida fundación de bandas. “Yo le presté mi guitarra para que tocase en el Teatro Mata de Coco” porque la suya se le dañó”, comentaría el cantante y guitarrista de una reconocida banda de ska venezolana.


Y es que Gustavo Cerati, siempre, desde la época de Signos (Soda Stereo), ha tenido una conexión muy especial con Venezuela.


Por eso ahora, en estos difíciles días que le ha tocado pasar al “Gus” en nuestro país, no cabe la menor duda que todo ese público, esa enorme masa de gente que a lo largo de más de 20 años ha vivido su música, la ha cantado, interpretado y se ha inspirado en ella, están más conectados que nunca con el emblemático guitarrista argentino, deseándole lo mejor y orando por él incansablemente.


Gustavo Cerati está en buenas manos, no sólo de profesionales médicos, sino también en la de sus seguidores.


¿Y mientras tanto?


Nos queda como recuerdo en Venezuela un impecable show en la Universidad Simón Bolívar.


Fueron dos horas de música que sirvieron para presentar su reciente trabajo titulado “Fuerza Natural”, disco que a muchos no convenció por completo, pero que luego de ser escuchado varias veces comienza a colarse poco a poco hasta ser totalmente comprendido.


El concierto contó con una concurrida audiencia que supo disfrutar de un variado setlist, donde si bien predominó el mencionado disco, no dejó por fuera importantes clásicos de otras épocas, incluyendo una perla del disco debut de Soda Stereo, una increíble versión de “Trátame Suavemente” que le aguó el guarapo a más de uno.


Tampoco faltaron los respectivos chistes y comentarios sobre las inmensas mariposas que revoloteaban en el escenario.


Nos queda ese último recuerdo… por ahora…


Las 24 canciones que nos dio:


1. Fuerza natural

2. Magia

3. Deja Vu

4. Desastre

5. Amor sin rodeos

6. Tracción a sangre

7. Cactus

8. Perdonar es divino

9. Uno entre 1000

10. Artefacto

11. Rapto

12. Dominó

13. Sal

14. Trátame suavemente

15. He visto a Lucy

16. A merced

17. Pulsar

18. Te llevo para que me lleves

19. Marea de Venus

20. Paseo Inmoral

21. Vivo

22. La excepción

23. Crimen

24. Lago en el Cielo

Gustavo y los nuestros Por: José Urriola



El sentimiento de un fanático en relación a la situación de Gustavo Cerati porque "algún día volveremos a escucharlo juntos, donde sea"

Sí, lo confieso, a mí el Fuerza Natural, el último disco de Cerati, nunca me gustó. Me pareció un disco regular, una cosa campestre con nostalgia de viejo roquero al que ya le pesa colgarse la guitarra y le aturden los amplificadores; el disco de un músico al que le va creciendo la panza, se le va poniendo la cabeza cana y comienza a mirar más hacia atrás que hacia el frente, como una pequeña traición que sólo a él se la podíamos permitir, porque hacia el frente miraba siempre. Hacia allí nos llevaba para que lo lleváramos.

Compramos el boleto para el concierto del sábado, ése que sería en el campo de fútbol de la Universidad Simón Bolívar, sin muchas expectativas, casi como un ritual; porque si viene Cerati: uno tiene que verlo. Es como un familiar que vive afuera y que viene cada cuanto y entonces tácitamente se organiza una reunioncita para verlo. Para vernos

Tenemos 20 años recibiendo a Gustavo. Hemos envejecido con él, nos ha crecido la panza con él, se lo hemos puesto a sonar a nuestras madres, hermanos, amigos, enemigos, novias, hijos, exmujeres, perros, tortugas. Porque el peor disco de Cerati es mejor, con distancia, que el mejor disco del 95% de las bandas que suenan por allí. Así que había que ir, aunque fuera para decir: ya este pana no es el mismo. Está viejo. Estamos viejos todos.

Pero Cerati se ha lanzado el concierto de su vida. Se mandó un camión de música, el mejor as que tenía escondido bajo la manga, una cosa impecable, memorable, masiva y maciza, y además en dos entregas: la etapa negra y la blanca.

La negra estuvo potente, pero la blanca no tuvo nombre. En la blanca fue cuando se me ocurrió comentarle a Claire y a mis amigos: “Siento que se está despidiendo de nosotros; esto me huele a última vez”. Y me miraron con cara de “pero qué cosas dices, cállate, no seas pavoso y déjanos disfrutar el concierto”. No sé, será porque yo no me sé despedir y por eso he desarrollado un olfato especial para percibir cuándo los otros sí. Se despiden aunque no estén conscientes de ello, aunque no lo sepan.

Gustavo siempre nos ha dejado un comentario para la posteridad, una perla con matiz porteño (a medio camino entre la afectación, la poesía y el chiste), siempre ha abierto la boca en sus conciertos para dejar una frase memorable sembrada en el imaginario colectivo de los presentes: “El poliedro esta noche… parece… parece un paralelepípedo”. O, una vez, señalando a un muñeco inflable de esos que dice cosas como “Duracell” y mueve la cabeza y las extremidades gracias a un tubo que les dispara aire caliente por dentro, comentó: “¡Qué bien, mira cómo baila el flaco!”. O cuando vino un diciembre hace poco, a razón de la vuelta de Soda Stereo, y comentó: “Es primera vez que venimos a Caracas y hace fresco… es como el calentamiento global… pero al revés”.

Cerati esa noche del sábado pasado sonó como nunca, habló como nunca, bebía de su trago infinito y brindaba: “Salud, por un mundo destruido”. Estuvo simpático y ocurrente. Un bicho de esos nocturnos que vuela hacia la luz se le incrustó en su afro a mitad de una canción: “Se me metió una langosta en la cabeza, bueno al menos ya hay algo allí dentro”. Y al ver que el concierto pasaba de dos horas y nadie se iba: “Es noche de sábado, ¿acaso no tienen nada mejor qué hacer?”

No, Gustavo, la verdad no había nada mejor qué hacer. Son pocas las oportunidades en la vida en que uno dice “me quedaría en este instante un ratísimo más”. Y si vives en esta Caracas de hoy, pues menos aún. Además te habías traído a esa corista, Gustavo, Dios mío, gracias por la corista.

Al día siguiente la noticia estaba por todas partes, Cerati había sufrido un ACV, tenía parte de la cara paralizada, problemas para hablar, esa misma noche lo habían llevado a la clínica, estaría de reposo y en estado delicado por unos días.

Y es inevitable sentir, al menos para mí, que está hospitalizado uno de los nuestros. Que ese tipo es un amigo que ha ido a la playa con uno, que se ha calado tus despechos, que te ha acompañado en las borracheras, en las euforias, que con él estuviste en el colegio y en la universidad y que cuando comprobaste que a ella le gustaba más Cerati que Luis Miguel dijiste “coño, entonces sí que vamos en serio con esta flaca”.

Es inevitable pensar que creciste escuchando a Cerati, citando a Cerati, que hay tantos Ceratis como varios tú ha habido en tu vida. Recuerdas quién eras cuando el Signos, recuerdas con quién estabas en Canción Animal, recuerdas aquel día que te pasó aquello, qué fuerte, cuando sonaba el Dynamo.

Cerati estuvo contigo en el verano, en el invierno, en el banquito aquel durante el otoño, pero también en la Gran Sabana, en Mérida, en Barcelona, en la cola aquella del día que casi mueres tapiado en la autopista. Hay amigos que se te fueron pero que siempre están cuando suena el Amor Amarillo, siempre vuelven a estar y siempre aparecen y siempre les dices: “coño, qué risa, qué bueno estuvo, algún día volveremos a escucharlo juntos, donde sea”.

Cerati es parte del soundtrack, es parte del escenario, es parte del guión, es un actor de reparto que siempre ha estado allí en un costado del encuadre y que, a veces, más de una vez, ha sido también protagonista. Menos mal.

Ese narizón, lo diré con absoluto desparpajo y con toda desvergüenza, se me antoja mejor poeta que mucho poeta oficial con P mayúscula que uno debería leerse según dicta el canon. Ese flaco es mejor narrador que la gran mayoría de escritores que uno encuentra en una librería de Caracas (sobre todo los foráneos). Ese narizón hace cómics con su música. Hace cine con su música. Pinta cuadros con su música. A quien le gusta Cerati sabe exactamente a qué me refiero.

En un mundo superpoblado de Davides Bisbales, de Ricardos Montaneres, de Olgas Tañones y de reguetoneros de toda calaña (ojo: no hay por qué hacer reguetón para ser reguetonero) Gustavo es un oasis, un bálsamo, la luz noble al final del túnel. Es, en la música, el portador de ese placer indescriptible que uno tiene cuando lee a Bioy Casares o a Cortázar y dices “pana, qué grandes que son estos tipos y en tu propio idioma”. Gustavo es, por fin, uno de los nuestros. Y vaya que quedan poquísimos

Así que nos haces el favor, Gustavo, te recuperas del todo, abandonas esa cama y agarras tu guitarra y vas a hacer un disco aún peor que el Fuerza Natural. Porque la verdad es que prefiero mil veces hablar sobre cómo la has cagado y sobre lo viejo que estás (que estamos todos) y que ojalá el bajón sea pasajero para que el próximo disco vuelvas a ser sublime (porque siempre habrá otro disco y siempre tienes que venir para volverte a ver como todos los años), lo prefiero mil millones antes que sentir esta profunda tristeza de tan solo pensar que realmente te estabas despidiendo en el mejor concierto que este país haya visto jamás. Lo sentimos pero no te aceptamos el adiós, Gustavo. No te irás, te quedas aquí.

Declaraciones de Charly Alberti sobre el estado de salud de Gustavo Cerati

Estado de salud de Gustavo ACTUALIZACION 19/05

Como es de público conocimiento, ayer, martes 18 de Mayo, el cuadro descripto inicialmente por los médicos como una isquemia cerebral transitoria, sufrió un imprevisto agravamiento. Gustavo fue intervenido quirúrgicamente de urgencia en el Centro Médico La Trinidad de la ciudad de Caracas con el objeto de aliviar la presión intracraneal generada por la inflamación en la zona afectada de su cerebro.

Actualmente se encuentra en terapia intensiva, bajo un estado de coma inducido.
Ante la complejidad de la información médica en cuestión entendemos que de ahora en más, resulta pertinente atenerse a los partes médicos que diariamente irá ofreciendo desde Caracas el equipo que lo está atendiendo.

Por otra parte, a pedido de la familia, el director del instituto Fleni de Buenos Aires, doctor Ramón Leiguarda, está en contacto permanente con los médicos venezolanos y se prevé su inminente viaje a Caracas.

Una vez más, gracias por la preocupación y por los mensajes.

Médicos confirman que Cerati sufrió un ACV y se mantiene en estado crítico

El director del Centro Médico Docente La Trinidad, doctor Adolfredo Sáez, indicó que el cantante argentino Gustavo Cerati se encuentra en terapia intensiva, en estado crítico, luego de la operación realizada para liberar presión luego de la inflamación generada por la zona cerebral afectada.

"En este momento es muy prematuro evaluar la secuela, para eso son las 72 horas", dijo.

Sin embargo, agregó que se mantiene estable. Reiteró que llegó al centro médico con un edema cerebral, el cual se complicó y ameritó la operación aprobada por una hermana del músico.

“Es muy prematuro evaluar las secuelas que pueda quedar luego de este tipo de lesiones”, afirmó.

El médico tratante de Cerati desde que sufrió el accidente el sábado, Vladimir Fuenmayor, indicó que el ex cantante de Soda Stereo sufrió un Accidente Cerebro Vascular Isquémico.

“La evolución lamentablemente hizo un proceso que puede suceder en algunos pacientes que es el edema cerebral (…) que es lo que propició la operación”, dijo.
Agregó que continuarán tratando al cantante a pesar de la visita del grupo médicos proveniente de Argentina que visitará el país próximamente.

Reiteró que persiste el "estado estacionario" y señaló que es "temerario" hablar de las secuelas. “Esto se maneja en término de tendencia”, dijo.

http://www.globovision.com/news.php?nid=149468

Declaraciones de médicos caso Cerati

Informe de Evenpro

Evenpro informa que fue necesario hacer una intervencion quirurgica de descompresión a Cerati por una isquemia en el cerebro. En estos momentos se encuentra en terapia intensiva en observación y se espera hasta dentro de 72 horas a su reacción

Estado de salud de Gustavo

Ante las distintas versiones que han comenzado a circular acerca del estado de salud de Gustavo, es nuestra intención acercar la versión oficial, actualizada, de la situación. Lo que Gustavo ha sufrido como consecuencia de una fuerte subida de presión arterial, es una isquemia transitoria cerebral. Se encuentra internado, en estado estacionario, en el Centro Médico La Trinidad de la ciudad de Caracas, y allí continuará durante los próximos días, bajo observación, sometido a distinto tipo de exámenes y a la espera de su recuperación.

Esta es, en síntesis, la única información certera que podemos dar hasta el momento. En la medida en que los médicos que atienden a Gustavo consideren que existen novedades de importancia sobre su evolución, las iremos dando a conocer.

Gracias a todos por su preocupación y mensajes.