Soder@s Sin Fronteras

Zeta Bosio siempre será recordado como el bajista de Soda Stereo. Sin embargo, el argentino es más que eso, y ahora Lima se alista a recibirlo en su faceta de DJ, el nuevo rubro de su carrera, que continúa descubriendo formas para continuar en el negocio de la música huyendo de la gran sombra que significó ser parte de aquella megabanda, que en diciembre de 2007 logró repletar el Estadio Nacional hasta por dos noches seguidas.

-¿En qué consiste el espectáculo que vas a presentar en la Discoteca Vocé del Sur?

Básicamente pongo pistas para bailar. Estoy haciendo esta gira desde hace dos años, ya he tocado en Latinoamérica, Centroamérica y Europa. La idea es un poco comunicarme con la gente a través de la música, es parte de lo que hago con mi productora y mis programas de radio y televisión.

-Lo más práctico era seguir como bajista o productor; sin embargo, te convertiste en DJ…

Seguir como bajista hubiera sido seguir en la inercia; además, empezar en una banda sin Soda Stereo implica un trabajo previo de tres años y hacer un montón de cosas para que la radio te pase tus temas, los cuales nunca llegan a sonar. Además, el ritmo de tener un grupo es algo a lo que ya estoy habituado y agotado, es una rutina de trabajo que la he hecho muchos años. Ser DJ es muy más ágil, liviano, divertido y mucho más corrosivo, porque hoy en día la música electrónica ocupa el lugar que en su momento lo tuvo el punk.

-¿Cómo descubres esta nueva faceta en tu carrera?

A través de los viajes que realicé gracias a mi programa de TV “Rock Road”, ahí pude percibir que la nueva generación de chicos que estaban enganchados con la electrónica hacía diabluras, una música que tenía que ver con el espíritu y la actitud que tenía Soda cuando empezó, y sobre todo la idea de trabajar con los nuevos elementos que te brinda la tecnología, que hoy en día son parte de la realidad, como la de hacer música con un teléfono celular.

-Leí que pensabas editar un disco con tu nombre propio, ¿esto es cierto?

Es parte de la segunda parte de este proyecto musical que ya tiene dos años. Mi idea era, primero, aprender la técnica, y medir el pulso actual de la música, porque yo antes ya había sido DJ, en ña década de los setenta, aunque era una etapa muy distinta, porque me tocó vivir el boom de la música disco y el rock. Me gusta mucho lo que pasa en la pista, la actitud de la gente es mucho más participativa, se enrola mucho con lo que pongo.

-Además de la música conduces “Rock Road”, un programa de TV que muestra la escena internacional del rock. ¿Cuánto más puede aprender un tipo que ha tenido una megabanda de rock, fue ejecutivo discográfico y sigue ligado a la música de muchas formas?

Todo eso es parte de mi personalidad. Desde joven estudie comunicación social durante cinco años, Soda Stereo era el grupo en el que me entretenía en los momentos libres, Gustavo (Cerati) era mi compañero de facultad, y de alguna forma las cosas que aprendimos en la universidad las aplicamos en el grupo posteriormente. Sin querer cambiamos el negocio del rock en Latioamérica, todo es parte de la vida y de sus experiencias.

-Dicen que el negocio de la música está en crisis; sin embargo, han aparecido nuevos modelos de negocio como los juegos Guitar Hero o Rock Band. ¿Qué piensas de los cambios que ha experimentado la industria?

Los grupos chicos, apasionados y enamorados de lo que están haciendo, hoy pueden generar nuevas posibilidades y volver a delinear el negocio a futuro. La música se va a seguir consumiendo de distintas formas, la gente la necesita, y yo celebro esta ruptura porque el monopolio hacía nada más los que tenían dinero puedan acceder a ella, lo cual no era muy justo.

-¿Te imaginas un Guitar Hero dedicado íntegramente a Soda Stereo o a alguna banda latina?

¡Claro! Todo depende que todos los Soda Stereo nos pongamos de acuerdo.

-¿La gente sigue preguntándote si Soda Stereo volverá a juntarse?

Sí, yo pensé que se iban a calmar después de la reunión de 2007, pero la impresión que quedó fue impresionante. Soda Stereo siempre sorprendió al público y a nosotros mismos. Pusimos lo mejor de cada uno para que el espectáculo saliera de lo mejor y que la banda estuviera en el nivel de siempre, con muchísimo amor y respeto por nuestro proyecto.

-¿Existe esa posibilidad luego del reencuentro de hace dos años?

En este momento no hay nada, todo lo que se habla son puras especulaciones. Actualmente cada uno de nosotros está tratando de crecer individualmente de la forma que más crea conveniente, para el lado que más le gusta, y eso no es en grupo. Lo que es muy probable es que estas experiencias las volquemos en una futura reunión, como lo hicimos en la de 2007, donde logramos que la banda sonara muy moderna a pesar de que no tocaba 10 años.

-¿Qué significa el Perú en tu carrera?

Muchísimo. Fue el segundo país que hizo internacional a Soda Stereo. Hicimos giras y conocimos el interior y su gente magnífica. Tuvimos conciertos inolvidables en Arequipa, Trujillo y Chiclayo. Me encanta volver porque era una deuda pendiente. Además, sé que el Perú tiene una cultura importante de música electrónica.