El rock tampoco muerde


LO DIJO SPINETTA: “NO LEA BASURA, LEA LIBROS”


Corazón delator

En términos futbolísticos, el regreso de Soda Stereo en 2007 tuvo más que ver con el riguroso hiperprofesionalismo del Milan o el Real Madrid que con el espíritu de tozudez casi amateur propia de Atlas, la otra pasión. En sintonía con ese tono imperante en el retorno del trío, el libro Diario de gira –colaboración entre el periodista Marcelo Fernández Bitar y el fotógrafo oficial de la banda, Damián Benetucci– es un cuidado, curado y estetizado testigo del verdadero fenómeno que la gira Me Verás Volver significó en términos de producción y espectáculo (aspectos acaso más enfatizados que la emoción rocker o la nostalgia). Con una edición lujosa, la selección de fotos y retratos parece evitar la espontaneidad o el clima a veces rastrero del backstage: a diferencia de otros registros de “banda en gira”, aquí no hay, por ejemplo, fotos de plomos dormidos, ni de vomitadas en mingitorios, ni de músicos ojerosos y en jogging masticando papas fritas con la boca abierta. 


El álbum fotográfico del regreso de Soda Stereo prefiere centrarse en la magnificencia de las escenografías, los sombreros extravagantes, los retratos bien elegidos, los abrazos en blanco y negro, la diversidad del merchandising o hasta los bocetos de los diseñadores (como el imperdible photoshopeo capilar que mezcla los peinados y presenta a Cerati con el desmechado canoso de Charly Alberti, a Zeta con los rulos de Cerati y a Charly Alberti con la pelada de Zeta).

Los textos, a pesar de ser muy sobrios, incluyen buenos documentos; como la inclusión de los e-mails con los que el trío y su manager acordaron reunirse para discutir pormayores y pormenores del regreso (“Te quería comentar algo que estoy empezando a sentir con lo de Soda”, le escribió Charly Alberti desde su cuenta al manager Daniel Kon) o como la copia de la página final del contrato del operativo-retorno (sin cifras, claro) con los flamantes ganchos puestos por Gustavo Adrián Cerati, Héctor Pedro Juan Bosio y Carlos Alberto Ficchichia. Eso también es rock.

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